La espartana caja de cartón en color crudo con un adhesivo que muestra la imagen del dispositivo en su parte superior ya nos deja a entrever que nos encontramos ante un producto dirigido al sector profesional, con el cual no hace falta impresionar al usuario final.

Una vez abierto, lo primero que vemos es el dispositivo en sí, dentro de una funda de transporte de la cual cuelga la guía de inicio rápido. Bajo el cartón que lo encapsula encontramos el resto de la documentación en papel. Esta consiste en la garantía, el certificado de cumplimiento de normativas, y la información técnica de seguridad.

Diseño

Profesional ante todo, guardando una línea que se integra fácilmente en cualquier oficina pero que no lo haría tanto en un hogar. Al ser redondo, el dispositivo permite enroscar los cables a su alrededor, el de conexión al ordenador para alimentación y audio (un USB de tipo A) y el de solamente audio (un minijack con triple raya, para audio estéreo y micro). El problema de esta última conexión es que exige un hardware que disponga de un minijack con funcionalidad de entrada y salida (micro a la vez que auriculares), lo cual es difícil de encontrar en un ordenador de sobremesa.

No obstante, no es una conexión para utilizar con un ordenador de sobremesa, sino con uno ultraportátil, o un smartphone o tablet, pudiendo montar una vídeo o audioconferencia sobre la marcha con lo que llevamos en el bolsillo y la mochila de trabajo.

Por ejemplo, en el caso de mi portátil Apple Macbook, que solamente dispone de un puerto USB-C para carga y conexión, y un minijack de doble funcionalidad (salida de audio y entrada de micro), lo puedo conectar a este último. También existe una versión USB-C en vez de USB-A, todo hay que decirlo.

Si lo conectamos al minijack, deberá `tirar´ de batería, que se carga a través del USB-A. Ello significa que deberemos tener la prevención de que la batería esté llena si nos lo llevamos de viaje. Podemos cargarlo utilizando para ello un cargador de smartphone convencional, o bien un cargador múltiple, y su capacidad da para mucho (realmente mucho) como veremos en el correspondiente apartado dedicado.

En su parte superior tenemos cuatro botones: en el anillo exterior, los de subir y bajar el volumen, y el de aceptar y colgar la llamada, y en el círculo interior el de `mute´. Entre ambos círculos, un anillo de luz.

Este último se ilumina en blanco cuando conectamos el aparato a un ordenador y este se encuentra en disposición de ser utilizado para su función de altavoz/micro para audioconferencia, mientras que si lo conectamos a un cargador, realiza un lento parpadeo para indicar que solamente está cargando.

Finalmente, cuando tenemos el `mute´ encendido, dicho anillo lumínico se ilumina en rojo. El mensaje de audio indicando la activación o desactivación del `mute´ nos ayuda a conocer dicho estado.

Puesta en marcha

Teóricamente, deberíamos instalar el software del producto antes de empezar a trabajar con él -lo cual, por otra parte y no sólo en este caso, es siempre recomendable-, pero como yo soy muy bruto y trabajo habitualmente con un sobremesa Linux (Ubuntu) que no está soportado por el software (disponible para Windows y macOS), lo primero que hice fue conectarlo a las bravas a dicha máquina.

Mejor no podría haber ido, puesto que el sistema reconoció a la primera el nuevo altavoz junto al micro, y pude utilizarlo, primero con una llamada de prueba de Skype, y luego con una audioconferencia real.

Si optamos por instalar el software (como he indicado antes, algo recomendable si trabajamos con Microsoft Windows y/o Apple macOS) nos encontraremos con una herramienta de gran utilidad para configurarlo y acabar de perfilar su uso.

Calidad del sonido

El objetivo de este aparato no es la reproducción musical, sino que está específicamente destinado a la reproducción de la voz en audio y videoconferencias. De hecho, si probamos a reproducir música con él (sí, lo he hecho, sólo por diversión) el resultado es más que pobre.

No obstante, cuando alguien habla al otro lado de la conexión y lo podemos escuchar por este aparato, la claridad del sonido es más que aceptable; no es VozHD, pero se escucha perfectamente.

El timbre de la voz es el cavernoso (aunque no excesivamente) típico de las comunicaciones telefónicas.

El volumen máximo que proporciona el dispositivo no es muy alto, pero es el adecuado para el escenario para el cual ha sido pensado: uso en habitaciones de reuniones o dedicadas específicamente a la realización de videoconferencias, de tamaño pequeño, y en un entorno en silencio, ya que precisamente este aparato será el centro de atención de la sala.

Por lo tanto, con esto podemos concluir que este aparato dispone de lo justo y necesario para cumplir su misión, y con buen criterio por parte de Plantronics, no intenta ir más allá y cubrir funciones que se salgan de dicha tarea.

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