El pasado mes de febrero, la AFEC (Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización), presentó su informe de mercado de la climatización y HVAC del año 2022, en el que, entre otros aspectos, se ponía de manifiesto tanto el entorno legislativo como las tendencias y retos del sector para este 2023. Así, en dicho texto, que recoge los datos agregados de equipos de producción de calor, frío y agua caliente sanitaria; de distribución y difusión de aire; de ventilación; de ventilación residencial; y de unidades de tratamiento de aire, se desprende un crecimiento del mercado total del 21% en valor. En el caso de equipos de climatización, bombas de calor y producción de agua caliente sanitaria, el crecimiento en volumen de negocio fue del 24% con respecto a 2021, mientras que en el sector residencial/doméstico las cifras de 2022 fueron de 978.958 unidades vendidas, por valor de 739,12 millones de euros. En cuanto a las ventas de bombas de calor aerotérmicas (aire-agua, incluidas las de producción de agua caliente sanitaria), la evolución sigue siendo muy positiva. En el año 2022, los equipos aire- agua pasaron de representar el 16% en valor a tener un peso sobre el total facturado del 20% respecto al total del mercado de equipos de climatización, bombas de calor y producción de ACS. Unos datos que confirman el auge de esta tecnología como sistema combinado de calefacción, refrigeración y producción de agua caliente sanitaria.

Cifras que resultan llamativas si tenemos en cuenta cómo ha fluctuado el recibo de la luz. Cabe recordar que el 1 de junio de 2021 entró en vigor en España un nuevo formato de factura eléctrica en el que se distinguían tres periodos de facturación con precios notablemente diferenciados a lo largo de cada día: la hora valle (con un precio especialmente bajo por las noches), hora llana (con precio intermedio), y una serie de horas punta. Posteriormente, el año 2022 arrancó con los tres tramos de facturación preestablecidos en la tarifa regulada, mientras que el inicio de la guerra de Ucrania ponía en jaque el mercado y los precios batían récords. Un escenario que fue el detonante para la puesta en marcha de la llamada `excepción ibérica´, que provocó una considerable rebaja de la factura de la luz, después de que la invasión ucraniana agravara la crisis energética en la que España se encontraba desde hace meses.

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