Solo hace tres años, aunque parece que fue en otra vida, cuando una pandemia mundial vino a trastocarlo todo. De la Covid-19, la sociedad salió con grandes y pequeños cambios. Unos trascendentales y otros no tanto. Nunca pasamos tanto tiempo en casa como en aquellos meses, adaptándonos como pudimos a la obligada vida hogareña. Algo quedó del confinamiento. De las muchas tendencias que se pusieron de moda por aquel entonces, algunas vinieron para quedarse. El protagonismo que adquirió la cocina es una de ellas. Para muchos, esa estancia sigue siendo a día de hoy el epicentro del hogar. Son muchos los hogares donde el rol de la cocina ha cambiado, distanciándose del papel exclusivamente culinario que tuvo hasta marzo de 2020. Miles y miles de chefs amateurs que le encontraron el gusto a los fogones, reuniones alrededor de la mesa… En paralelo, la industria del diseño supo adaptarse muy bien a las demandas de los usuarios, navegado hacia unas tendencias más flexibles y multifuncionales capaces de adaptarse a las necesidades de cada cliente. Y es que este se ha vuelto también más exigente con todo lo que tiene que ver con su hogar, buscando la máxima calidad y cuidando el mínimo detalle. Eso también incluye todo el menaje, elementos esenciales para hacernos la vida más fácil. Esta categoría de productos ha ido incrementando notablemente su facturación y sus unidades vendidas desde la pandemia. Sin embargo, en 2022, por primera vez en años, el sector en el mercado español registró una caída. Así, pasó de los 132 millones de euros alcanzados en 2021, a los 130 millones del año pasado. Cabe mencionar, eso sí, que son datos mejores comparados a los que anotaba el sector del menaje del hogar antes de la crisis del coronavirus. En esos meses incrementó sus resultados de los 128 millones de euros facturados en 2019 a los 131 del año 2020. Si bien la tendencia en positivo parece haberse frenado, es todavía pronto para sacar conclusiones sobre si estos productos recuperarán fuelle o su progresiva subida en los años precedentes ha sido solo fruto de unas circunstancias tan anormales como las de la pandemia. Las ventas de otros sectores que también proveyeron a la gente cuando se aficionaron a la cocina durante el confinamiento, como el PAE, también experimentaron un buen crecimiento que, tras una buena racha se ha reducido.

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