El mercado español de la Línea Blanca sube tímidamente (2,28%), lo que se traduce en 46 millones de euros más que en 2021. No obstante, el número de unidades no sigue este patrón al registrar una caída del 7%. En cuanto a la evolución de las ventas por categoría de producto, deteniéndonos en el subsector de lavado, vemos como las secadoras han salido peor paradas, ya que su aumento de precio (10%) ha repercutido directamente en el número de unidades vendidas y en su valor, con un 14 y un 10%, respectivamente, menos que el año anterior. Atendiendo a sus ventas a lo largo del periodo comprendido entre 2019 y 2022, estas se incrementaron durante los últimos tres años, obteniendo su valor máximo en 2021 (237.390 uds.), mientras que en 2022 cayeron estrepitosamente hasta las 204.155 unidades. Parece que este electrodoméstico ha perdido un poco de protagonismo dentro del sector y su explicación puede estar en que los consumidores que han tenido que renovar su gama de lavado hayan optado por adquirir un aparato que realice la doble función: lavar y secar o, simplemente, que no cuenten en sus viviendas con el espacio suficiente como para colocar más de un equipo en su cuarto de lavandería particular o que recurran a una lavandería autoservicio para tener su ropa seca al instante. Estos negocios, que ya eran frecuentes en otros países extranjeros, se han ido poco a poco incorporando a la red comercial de ciudades y pueblos de España. Muchos usuarios no cuentan en sus casas con cobertizos, terrazas o balcones en donde poder airear y secar las piezas de ropa de una forma cómoda, o no disponen de una lavadora con amplitud suficiente para poner a punto las mantas, colchas, nórdicos y edredones, y ven en estos lugares una solución a sus demandas, no solo porque están equipados con máquinas de altas capacidades, sino porque por un módico precio pueden tener su ropa lista para el día siguiente, centrándose solo en plancharla si hiciese falta, lo que supondría un ahorro de tiempo y dinero, sobre todo en un momento en el que el precio de la energía está disparado.

Los lavavajillas, con un 9% menos de unidades vendidas y un 2% menos de valor, sufren una ligera subida en el precio (5%). Con respecto a las ventas, en 2022 obtuvieron la peor cifra de los últimos años, puesto que en 2021 sobrepasaron las 800.000 unidades y un año después se desplomaron hasta las 747.914 unidades.

Durante la pandemia y la etapa pospandemia, es posible que las familias estuviesen más receptivas a mejorar los aparatos tecnológicos que tenían en sus casas y cambiarlos por unos que fuesen más modernos y sostenibles. Sin embargo, una vez dejada la crisis sanitaria atrás, ya no era tan necesario renovar los equipos a no ser que no quedase más remedio (porque su arreglo era demasiado costoso o porque su vida útil hubiese concluido). 

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