Están en todas partes. Los utilizan jóvenes y mayores. Día a día, mes a mes, van ganando adeptos como una solución de movilidad sostenible y eficiente.

Sí, efectivamente, hablamos de los patinetes eléctricos, que irrumpieron en España hace un par de años y, ahora, se han convertido en un verdadero boom. Un auge que no ha estado exento de críticas. La convivencia con peatones y vehículos se ha convertido en un desafío y se han tenido que introducir algunas normas específicas para su uso, como la regulación de su velocidad máxima (25 km/h), su uso en carriles bici, su prohibición en aceras para garantizar la seguridad vial y su prohibición de subirlos a los transportes públicos en algunas ciudades.

Sin embargo, las ventajas que ofrecen en nuestro día a día no han parado su buena marcha. Y los fabricantes, conscientes de ello, lanzan al mercado modelos cada vez más seguros, más eficientes y más adaptados a las necesidades de los usuarios.

En Electromarket no tenemos ninguna duda de que los patinetes eléctricos van a ser uno de los regalos estrella de estas navidades. Y, por ello, hemos probado uno de los modelos con mayor potencial: el NIU KQi 300P.

Sobre el papel, el NIU KQi 300P, uno de los modelos más recientes de la marca, conocida por su experiencia en movilidad eléctrica, apunta maneras: una autonomía de hasta 48 km/carga, velocidad de 25 km/h; capacidad para subir pendientes del 20 %; sistema de triple frenado; suspensión hidráulica de doble tubo, y una completa app para tenerlo todo a mano (desde el control de la batería y el estado del vehículo hasta el seguimiento de tu historial de rutas por completo).

¿Y cómo es el NIU KQi 300P sobre el asfalto? Pasamos a explicaros nuestra experiencia para que podáis juzgar vosotros mismos.

Buen diseño
Este patinete se presenta como una opción ideal para quienes buscan un equilibrio entre potencia, autonomía y comodidad en desplazamientos urbanos. Con un diseño moderno, elegante y minimalista, disponible en blanco y negro (nosotros probamos este último), su estructura está fabricada en aluminio, garantizando una gran resistencia para el día a día. Una de las principales características de este modelo es su cubierta para poner los pies. Además de incluir un revestimiento antideslizante, mide 16,45 cm, un tamaño que nos permite estar cómodamente con los dos pies encima de él. Esto nos permite disfrutar de una mayor estabilidad y sensación de equilibrio, que es constante tanto si vamos a poca velocidad como si la aumentamos.

Otra de las características del NIU KQi 300P es su sistema de plegado, cómodo y sencillo, que nos facilita su transporte y almacenamiento. Una vez doblado, la altura del patinete es de 54,2 cm y, su longitud, de 117,4 cm. Sin doblar, su altura es de 123 cm. Unas medidas que lo hacen muy cómodo para la mayoría de la población. Además, su manillar (54,4 cm de longitud) también es suficiente grande, pero manejable, para poderlo llevar mientras caminando.

Si le tuviese que encontrar un 'pero' en este punto, sería el peso. Teniendo en cuenta la batería, el NIU KQi 300P pesa casi 21 kg. Si bien es cierto que es un peso estándar para un patinete eléctrico, sobre todo teniendo en cuenta la autonomía que nos ofrece (casi 50 km), lo cierto es que en algunos momentos (cuando hemos tenido que subir esos cinco escalones para llegar al ascensor, por ejemplo) su manejo ha sido algo incómodo.
 
Rendimiento
Pasando a la parte más importante, el rendimiento, en términos generales podemos decir que el NIU KQi 300P es un patinete perfecto para nuestro día a día.

Entrando en detalle, el NIU KQi 300P incorpora un motor de 450 W nominal (con una potencia máxima de 900 W), capaz de alcanzar una velocidad máxima de 25 km/h, cumpliendo con la normativa de muchos países europeos. La aceleración es fluida y responde bien en pendientes de hasta un 20 % de inclinación. Nosotros lo hemos probado en Barcelona, en zonas en las que hay pendiente, y la verdad que no nos hemos encontrado con ningún problema. De hecho, mantenía la velocidad que teníamos en todo momento.

Por otro lado, la batería tiene una capacidad de 486 Wh y 48 V de tensión. Con ella, el NIU KQi 300P consigue ofrecernos una autonomía de 48 km, una cifra nada desdeñable para entornos urbanos y que lo sitúa entre los patinetes eléctricos más avanzados. El tiempo de carga de la batería oscila entre cinco y seis horas. Si bien, a priori, puede parecer mucho tiempo (y es cierto), creemos que es un tiempo que está totalmente acorde con la capacidad y la autonomía que nos ofrece este modelo. Además, comentar que el puerto de carga es muy accesible (no como en otros patinetes en los que cuesta encontrarlo a veces). Uno de los grandes rasgos diferenciales del NIU KQi 300P es su suspensión hidráulica de doble tubo de aluminio. Desde la compañía aseguran que "permite deslizarte por cualquier superficie irregular con facilidad", ofreciendo una "impresionante capacidad de absorción de impactos que mejora el manejo, la seguridad y la durabilidad". Esta característica, junto a unos neumáticos XL (de 10,5 x 2,5") que ofrecen una mejor amortiguación y confort, nos permiten disfrutar de una conducción segura, estable, reduciendo los baches y las vibraciones. Hemos escrito reducción de baches porque, efectivamente, si nos encontramos con un bache algo grande y, además, vamos a la máxima velocidad, vamos a notarlo. Pero, en términos generales, ofrece una conducción estable y da seguridad.

Una seguridad que también viene reforzada por el manillar de 54,4 cm, lo que nos permite un buen agarre y una sensación de sujeción cómoda.

Seguridad
Hemos querido dedicar un apartado a este aspecto porque creemos que es uno de los puntos fuertes de este modelo. Está equipado con un sistema de doble freno, con freno de disco tanto delantero como trasero de doble acción, lo que ofrece una gran seguridad. Afortunadamente, no hemos tenido que probarlos en ninguna situación límite, pero en general han tenido un gran desempeño.

Asimismo, el NIU KQi 300P también incluye frenado regenerativo. ¿En qué consiste? Es una tecnología utilizada en vehículos eléctricos, incluidos patinetes eléctricos, que permite recuperar parte de la energía cinética generada durante el frenado y convertirla en electricidad para recargar la batería. Con ella no solo se aumenta la eficiencia energética del vehículo, sino que también contribuye a prolongar su autonomía. Siguiendo con la seguridad, este patinete eléctrico dispone de luces LED delanteras y traseras de alta intensidad, así como reflectores laterales, mejorando considerablemente la visibilidad nocturna (y proporcionándonos una mayor seguridad). La luz LED delantera (que, además, me ha parecido muy bonita) también se puede regular.

El NIU KQi 300P incorpora, asimismo, intermitentes muy fáciles de activar (incluso demasiado, pues alguna vez los hemos activado sin querer al acelerar), con los cuales podremos disfrutar de una conducción mucho más segura.

Asimismo, también tiene un timbre para poder avisar y es resistente al agua y al polvo.

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