El sector de la climatización se encuentra en una situación paradigmática, siendo a la vez una de las principales soluciones y causas del sofocante escenario climático que vivimos. El aumento de las temperaturas a nivel global ha desencadenado fenómenos climáticos extremos -como olas de calor más intensas y frecuentes- que impulsan la necesidad de climatización en hogares, oficinas y espacios públicos.

Así lo reflejan estudios realizados por especialistas en el sector. Por un lado, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) destaca que la temperatura media del planeta está 1,1 °C por encima de los niveles de la era preindustrial. Por el otro, el 'II Barómetro de Sostenibilidad' de Eurofred revela que la demanda de climatización en espacios construidos sigue aumentando para garantizar entornos más confortables, tal y como señala el 86 % de los profesionales encuestados.

Sin embargo, esta relación se complica al introducir un tercer elemento en la ecuación: el consumo energético y las emisiones asociadas a la utilización. Y es que un mayor número de equipos de climatización solo haría aumentar un consumo energético que, en la actualidad, ya supone en torno al 40 % de la energía gastada en los edificios. De hecho, la Cool Coalition de la Unión Europea, en su informe 'Global Cooling Watch', proyecta que, si no se toman medidas, las emisiones de gases de efecto invernadero del sector de refrigeración podrían duplicarse para 2050. Si es evidente que las personas necesitamos soluciones de climatización para paliar las altas temperaturas provocadas por el cambio climático; también es necesario desarrollar sistemas con consumos y emisiones mínimas. En este reto, la eficiencia, las energías renovables y la conectividad se han consolidado como la palanca clave que garantizará el éxito.

La eficiencia energética como solución en un contexto de crisis climática
Para hacer frente a esta realidad, los fabricantes y distribuidores apuestan por la innovación, facilitando soluciones que ofrezcan una mayor eficiencia energética sin comprometer el confort y que integren nuevas funcionalidades que hagan la vida más cómoda al consumidor. Alternativas como la aerotermia -que aprovecha la energía del aire para calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria (ACS)- son uno de los ejemplos más destacados y con mayor expansión en el mercado desde los últimos años.

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