El mercado de gama blanca ha evolucionado en términos de valor y volumen en los últimos años, marcado por varios altibajos. Entre 2020 y 2022 mostró una tendencia al alza, reflejando la recuperación y el optimismo pospandemia. En cambio, en 2023, se presentó una desaceleración que contrajo ligeramente tanto el ...
El mercado de gama blanca ha evolucionado en términos de valor y volumen en los últimos años, marcado por varios altibajos. Entre 2020 y 2022 mostró una tendencia al alza, reflejando la recuperación y el optimismo pospandemia. En cambio, en 2023, se presentó una desaceleración que contrajo ligeramente tanto el valor total como las ventas en unidades tras el auge.
Este cambio en la tendencia de consumo se refleja no solo en los números globales, sino también en las categorías específicas. Así, las lavadoras y los lavavajillas han mantenido una relativa estabilidad, con ligeros incrementos en unidades y valor, aunque los consumidores han empezado a optar por modelos más eficientes y especializados. En cambio, las secadoras han notado un retroceso en sus cifras.
Con todo, dentro del contexto global, el mercado de electrodomésticos de lavado ha sido testigo de una creciente innovación y una demanda orientada hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética. Así, mientras que las lavadoras proyectan un crecimiento considerable impulsado por la digitalización, las últimas tendencias en las secadoras y los lavavajillas se centran en la tecnología inteligente y la optimización de recursos.
De la estabilidad al descenso
El mercado de gama blanca en España ha mantenido una evolución estable en términos de valor, aunque con descensos al cierre de 2023. En 2020, el mercado alcanzó un valor de 1.848 millones de euros, experimentando un crecimiento gradual hasta los 2.015 millones de euros en 2021. En 2022, el valor siguió en ascenso, llegando a los 2.061 millones de euros, lo que reflejaba un panorama optimista tras el impacto inicial de la pandemia. Sin embargo, 2023 marcó un cambio en la tendencia porque el mercado se redujo, registrando un valor de 1.959 millones de euros, lo que refleja una disminución con respecto a los años anteriores. Esta caída podría interpretarse como una señal de desaceleración en el consumo o una posible corrección en los precios tras el auge pospandemia.
El volumen de ventas también ha seguido una tendencia a la baja. En 2020 se vendieron 8.312 millones de unidades, un volumen que creció a 9.138 millones de unidades en 2021. No obstante, en 2022 se observó una caída, con 8.491 millones de unidades vendidas, y el descenso continuó en 2023, alcanzando los 7.858 millones de unidades. Un retroceso que podría estar relacionado con una combinación de factores, desde la saturación del mercado hasta la búsqueda de productos de gama más alta que disminuyen el número total de ventas.
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