La digitalización ha transformado la vida cotidiana, facilitando la comunicación y el acceso a servicios y actividades de entretenimiento. Sin embargo, no todos los grupos de la población se benefician de la misma manera de estos avances, especialmente aquellas personas que, por razones de edad, discapacidad o falta de alfabetización digital, ...
La digitalización ha transformado la vida cotidiana, facilitando la comunicación y el acceso a servicios y actividades de entretenimiento. Sin embargo, no todos los grupos de la población se benefician de la misma manera de estos avances, especialmente aquellas personas que, por razones de edad, discapacidad o falta de alfabetización digital, enfrentan dificultades para acceder a las nuevas herramientas tecnológicas. En este sentido, el envejecimiento de la población mundial presenta el desafío de crear soluciones accesibles, inclusivas y fáciles de usar para los adultos mayores.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la proporción de personas mayores de 65 años en el mundo pasará del 10 % al 16 % en 2050, lo que significa que habrá casi el mismo número de personas mayores que de niños menores de 12 años. Este aumento de la población de edad avanzada, combinado con una creciente digitalización de los servicios y la comunicación, subraya la necesidad urgente de diseñar dispositivos tecnológicos que sean funcionales y adecuados para ellos. Para abordar esta necesidad, diversas marcas tecnológicas han lanzado productos innovadores que buscan mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, facilitando su comunicación y reduciendo las barreras que los excluyen de la esfera digital.
La creciente exclusión digital
A menudo, el avance de la tecnología es percibido por las personas mayores como una barrera, más que como una herramienta útil. Muchos de ellos se sienten excluidos de la era digital debido a la falta de habilidades para usar dispositivos como teléfonos inteligentes, tabletas, asistentes de voz y aplicaciones, lo que puede generar sentimientos de aislamiento y frustración. Tal como indica un informe de la Agencia Española de Protección de Datos (2024), la exclusión digital entre las personas mayores ha aumentado, afectando su capacidad para acceder a servicios que ahora solo están disponibles en línea, como la atención médica, los servicios bancarios o la comunicación con familiares y amigos. Este fenómeno tiene repercusiones significativas en su salud mental y emocional, pues se sienten desconectadas de su entorno social y se encuentran con limitaciones a la hora de acceder a servicios esenciales. A menudo, la falta de confianza en la tecnología, el desconocimiento de cómo usar los dispositivos o la incapacidad para adaptarse a la rápida evolución de las interfaces digitales los deja en una situación de vulnerabilidad.
Para leer el artículo completo, haz click en el PDF adjunto.