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ifícil es encontrar una casa española en la que no haya ni
una sola sartén. Elmercadodelmenaje del hogar siempre
tiene salida y, aunque durante los años más duros de
la crisis lo pasó mal (de los 127 millones de euros facturados en
2010 llegó a los 118 en 2013), los aires parecen haber cambiado.
Con una situación económica lejos de la ideal, la renovación del
menaje no ha estado entre las prioridades de los españoles. Cierto
es que la recuperación no se ha completado y la convalecencia
va para largo; sin embargo, los bolsillos han tomado un pequeño
respiro en general y otros factores como el boom de la cocina
casera y saludable ha llevado amuchas familias a decidir invertir
en las “herramientas” necesarias para estos estilos de vida y los
fabricantes del sector las están ofreciendo.
Así, vimos como el pasado ejercicio, el mercado cerraba con una
facturación de 119 millones de euros (uno más que en el ante-
rior) y características como el aluminio y el titanio (resistencia),
la antiadherencia y el ahorro de energía son casi constantes en
todas las opciones del momento.
Resistente, eficiente y saludable
El menaje de cocina es casi de uso diario, por lo que, con el paso
del tiempo, se va desgastando, pierde propiedades y acaba
demandando el cambio. Así, cuando el usuario decide renovar,
no es extraño que una de sus principales preocupaciones sea
la resistencia. Ante esto, los fabricantes eligen el aluminio y el
titanio para la mayoría de sus ofertas. Una elección para nada
tomada a la ligera, pues son dos de los materiales que ofrecen
más resistencia a la vez que mayor eficiencia, una propiedad a la
que también prestanmucha atención los compradores. De hecho,
muchas marcas los combinan (ofrecen sartenes de aluminio con
inserciones de titanio) paramejorar la durabilidad del producto.
De este modo, brindan una superficie conmayor antiadherencia
y en la que se puede “confiar” durante un largo tiempo. Los ali-
mentos no se pegan – por poco aceite que demanden las dietas
saludables –, con lo que se evita
el peligro de erosión durante
el lavado (lo hace más fácil),
y el exterior del utensilio
padece menos con las
abrasiones. El exterior
puede prolongar su
aspecto de “como
nuevo” a pesar
del uso.
Aluminio y titanio,
dos de los materiales favoritos
de los fabricantes
Las propiedades y ventajas de estos materiales vanmás allá, pues
ofrecen también una mejor difusión del calor. Si una sartén o ca-
zuela es capaz de aprovechar almáximo la energía y sacarmáximo
rendimiento al calor, puede significar un ahorro en las facturas del
hogar. Con utensilios preparados para uso en vitrocerámicas de
inducción e incluso en hornos, el usuario agradece su eficiencia. La
atención a este aspecto es tal, que algunos productos incorporan
un indicador de la temperatura óptima de cocción. No sólo se
asegura el ahorro, sino que se garantiza una mejor preparación
y resultados llenos de nutrientes y de sabor.
Por lo que concierne a la salud, también es cada vez más decisivo
el hecho de que el producto sea libre de PFOA, a lo que ya han
accedido las principales marcas.
En cuanto a diseño, se sigue trabajando por lamáxima comodidad.
Ya hace unas temporadas que la silicona fue el material favorito
para las asas y los mangos, y siguen estando en muchas de las
propuestas. No sólo aportan seguridad, también suelen dar un
toque diferencial de color. Con silicona o no, lo que no falta es
un perfil ergonómico.
Ofrecer una solución de menaje con todas estas características
puede ser seguridad de éxito, aunque, más allá de ellas, el fabri-
cante debe tener en cuenta un factor importante: el usuario valora
que calidad y precio no sean incompatibles.
Modernidad tradicional: el triunfo de las Crock-Pot
La afición a la cocina y la preocupación por conseguir una dieta
lomás equilibrada posible han acercado a nuestro país productos
como las ollas de cocción lenta. En realidad, se trata de un utensi-
lio al que se categoriza como pequeño aparato electrodoméstico
(PAE), pues funciona con corriente eléctrica; peromerecemención
por sus particulares características que permiten aunar la cocina
tradicional con el estilo de vida actual. Creadas en la década
de los 70 y registradas bajo el nombre de Crock-Pot, permiten
preparar recetas más saludables ahorrando tiempo, esfuerzo y
preocupaciones – son programables –, mantener todos los nu-
trientes de los ingredientes cocinados y potenciar el sabor de los
platos resultantes.Además de estas ventajas, el proceso de cocción
lenta elimina el riesgo de que la comida se queme y, aunque si
una cosa demanda es paciencia, las horas invertidas no disparan
el consumo energético.
Como en el resto de menaje, existen diversos modelos que se
adaptan a las necesidades de cualquier hogar, con diferentes
capacidades, acabados e, incluso, funciones. La antiadherencia
y la facilidad de limpieza son también, en este caso, caracterís-
ticas cruciales.
En una sociedad preocupada cada vez más por una alimentación
de calidad, el
slow-food
es tendencia y las Crock-Pot, también.
