77
L
a cosa está entre
Call of Duty: Infinite
Warfare
y
Battlefield 1
para erigirse
como el mejor shooter en primera
persona del año. Y si bien la disputa por
el trono está reñida, algunos de mis cono-
cidos me aseguran que
Battlefield 1
tiene
aquel “puntillo” que hace a los ganadores.
Así que vamos a investigar como es la
última creación de la celebérrima saga de
Electronic Arts y DICE.
Cambio de escenario pero sin per-
der un ápice de espectacularidad
Si hiciéramos un estudio sobre las guerras
que han protagonizado más videojuegos,
la ganadora absoluta sería la SegundaGue-
rra Mundial. Diametralmente opuesto ha
sido el protagonismo de la conflagración
global que la precede en el mundo de los
videojuegos.
Wings of Glory
(1994), un simulador de
vuelo, es de los pocos video-
juegos que tocan este convulso
periodo histórico -por cierto, de
la misma EA-, que tiene motivos
para no hacerse atractivo a los
diseñadores.
Porque si conocemos mínima-
mente la historia de la Segunda
Guerra Mundial, sabremos que
fue una conflagración dinámica,
marcada por el uso de vehículos
a motor, y sin unos frentes está-
ticos excepto en ocasiones muy
contadas como los sitios de Le-
ningrado o Tobruk. ¿Qué gracia
tiene limitarse a disparar desde
una trinchera? ¿Dónde está la
jugabilidad cuando te acribillan
con solo asomar la nariz a la tierra
de nadie?
EA no se ha limitado a plasmar
la realidad del conflicto, y si bien
el armamento y elementos de la
escenografía son detalles que se han cui-
dado, la acción excede a lo que un soldado
habría experimentado entre el 14 y el 18.
Todo sea por “matar” unos cuantos píxeles
en la pantalla (todas las guerras fueran así,
virtuales...).
La puesta en escena también excede lo
vivido, y uno podría pensar, jugando a
Battlefield, que los campos de batalla de
Flandes, o de Oriente Próximo, por ejem-
plo, estaban plagados de tanques y de
armaduras personales en un cruce entre
la épocamedieval y la estética steampunk.
Pero no, no fue así, y estas
innovaciones se vieron
más bien en cuentagotas.
Pero ¿tampoco habéis oído
nunca hablar de las “licen-
cias cinematográficas”?
Modo para un juga-
dor mejorado
EA y DICE han volcado
buena parte de su esfuer-
zo en reforzar la parte
más floja de sus juegos: la
historia, el modo mono-
jugador offline, en el cual
jugamos contra la má-
quina, y para el cual po-
demos elegir entre tres
niveles de dificultad
distintos (
Principiante,
Intermedio y Avanzado
).
Si bien en
Call of Duty
, este ya lo encon-
trábamos desde el principio gracias a una
historia bien guionizada y presentada, en
la saga Battlefield este modo no estuvo
presente hastamuchomás tarde, haciendo
hincapié en las diversas modalidades del
modo multijugador online.
En
Battlefield 1
no solamente se ha cuidado
el guión, sino también la estética, dando
como resultado una serie de historias,
cinco en total más un prólogo, que nos
llevarán por los diversos escenarios del
conflicto.
Así, en primer lugar, lucharemos en los
campos franceses como soldado nortea-
mericano (prólogo), para pasar luego a
asaltar la ciudad francesa de Cambrai, en
manos de los alemanes, con los soldados
británicos; lucharemos en los paisajes
desérticos deOrienteMedio junto al legen-
dario Lawrence deArabia contra las tropas
otomanas; nos embarcaremos a bordo de
un avión para vivir uno de los enfrenta-
mientos aéreos entre la entente y las po-
tencias centrales; desembarcaremos con los
ANZAC enGallipoli; o lucharemos a gran