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Para evitar sorpresas
y duchas de agua
fría innecesarias es
importante revistar el
termo eléctrico
resistencia eléctrica que se encarga de
calentar el contenido líquido.
Una vez alcanzado el calor adecuado, la
resistencia se apaga y el aislamiento del
tanque se ocupa de que ésta no se enfríe
demasiado rápido. Cuando la tempera-
tura baja, bien por el paso del tiempo
o porque se ha usado el agua caliente
y entra otra fría, la resistencia vuelve a
entrar en funcionamiento.
Puede ser interesante para casas en las
que viven familias pequeñas o personas
solteras, ya que la velocidad de calenta-
miento del agua no es demasiado alta.
También tiene otras ventajas como que
no necesita instalación de gas (es infla-
mable, su inhalación es tóxica, etc.), que
el agua sale caliente nada más abrir el
grifo, que su temperatura es constante o
que el aparato funciona para cualquier
caudal de agua, por pequeño que sea.
Se trata de un electrodoméstico fácil
de instalar, de manejar y de encontrar
un sitio en cualquier lugar de la casa.
Sobre todo, en la actualidad, cuando
cada día surgen nuevos modelos más y
más pequeños, que no desentonan con
la decoración del hogar como los de la
línea Bosch Climate.
Una herramienta óptima para que la
ducha o el lavado de manos o de cara
no se convierta en una tortura diaria y
dispongamos del agua a la temperatura
deseada (más o menos cálida, según la
región española en la que nos encontre-
mos) ahora que el frío ya va haciendo su
aparición en el ‘escenario’ doméstico.
Y tampoco está de más conocer en qué
consiste la revisión que el profesional
realiza antes y después de ponerse en
contacto con nuestro termo eléctrico.
Según los especialistas de la empresa ale-
mana Bosch, en primer lugar, el técnico
debe asegurarse de la calidad del agua
que se encuentra en la zona, ya que, así,
puede predecir o anticiparse a futuros
problemas en el aparato.
En segundo lugar, se preocupa por
comprobar el estado óptimo del ánodo
de sacrificio que incorpora el termo en
el acumulador (aísla el calor producido
para su uso posterior) y que protege el
aparato ante corrosiones interiores y
electrolisis: el ánodo absorbe la reacción
química que se produce durante la oxi-
dación, por lo que es él el que se corroe
y no el termo.
Finalmente, el técnico se encarga de
verificar que la resistencia eléctrica del
aparato no esté cubierta de cal y, en caso
de ser así, de limpiarla y eliminarla.
¿Por qué escoger un termo eléc-
trico?
Si estáis pensando en instalar un termo
eléctrico en el hogar o renovar el antiguo
es importante conocer cómo funciona. Se
trata de un tanque de agua de 50 a 100
litros, en cuyo interior se encuentra una